Por otra parte, a la hora de abordar el trastorno obsesivo – compulsivo,
lo cierto es que no resulta nada fácil delimitar con claridad los
aspectos característicos que definen el TOC. Una de las principales
razones hay que buscarla en la situación misma de este trastorno dentro
de la psicopatología. De hecho algunos autores, aún considerando
adecuada su inclusión dentro de las neurosis, lo contemplan como la más marginal de éstas.
Como argumentos que hablan a favor de la cercanía del TOC con las psicosis se puede hacer referencia a los siguientes:
- El hecho de que los psicopatólogos franceses hablaran de las obsesiones en términos de locura e incluso que actualmente se utilice la denominación de psicosis obsesiva para referirse a cuadros obsesivos especialmente graves.
- Lo absurdas y carentes de sentido que resultan muchas percepciones obsesivas.
- La génesis del propio trastorno, ya que en muchas ocasiones emerge de forma súbita e incomprensible.
- La capacidad invasiva y destructiva del trastorno.
En cuanto a los argumentos que marcan distancias entre el Trastorno obsesivo compulsivo y las psicosis, destacan los siguientes:
- La conciencia de enfermedad que, aunque a veces sólo sea relativa, está siempre presente.
- La carencia de intencionalidad exterior, es decir, de autorreferencia.
- La ausencia de deterioro.
- El hecho de que el obsesivo luche contra sus ideas, mientras que el esquizofrénico se identifica con ellas, luchando únicamente contra un exterior que le hostiga.
Teniendo en cuenta lo anterior, se puede
afirmar que el carácter dimensional del trastorno lo acerca a las
neurosis. Si bien la fijación al plano de la realidad y la conciencia de
enfermedad, características de las neurosis, resultan cuestionables en
las obsesiones, ya que por ejemplo un obsesivo puede
verse a sí mismo como exageradamente limpio y escrupuloso, pero a la vez
puede considerar irresponsable la conducta más laxa de otras personas.
Además cabe añadir que, aunque se suele afirmar que las psicosis son más
graves que las neurosis, en realidad algunos casos de TOC causan más
problemas y resultan más incapacitantes que la esquizofrenia.
Atendiendo a la dificultad que entraña conjugar todas estas fronteras difusas, existen una serie de características propias del TOC que sirven para conceptualizar dicho trastorno. De esta manera, los principales psicólogos y psiquiatras que han hecho referencia a este padecimiento durante el Siglo XX han coincidido en señalar los siguientes criterios definicionales básicos del TOC:
Atendiendo a la dificultad que entraña conjugar todas estas fronteras difusas, existen una serie de características propias del TOC que sirven para conceptualizar dicho trastorno. De esta manera, los principales psicólogos y psiquiatras que han hecho referencia a este padecimiento durante el Siglo XX han coincidido en señalar los siguientes criterios definicionales básicos del TOC:
- La cualidad compulsiva de la experiencia.
- El reconocimiento, en cierto grado, de la misma como irrelevante, absurda o sin sentido.
- Que la experiencia sea en alguna medida resistida por la persona.
Por último
y en referencia a los tipos que puede adoptar el trastorno obsesivo –
compulsivo, las formas más comunes de presentación del TOC son las
siguientes:
- Lavadores y limpiadores, que son sujetos que tienen ideas recurrentes de contaminación o contagio a través de determinados objetos o situaciones. Para hacer frente a dicos pensamientos suelen utilizar guantes o desinfectantes de manera excesiva. También es frecuente que laven y limpien sus manos de manera compulsiva.
- Verificadores, que es la modalidad de TOC que se presenta en las personas que inspeccionan de manera excesiva con el propósito de evitar que ocurra una determinada catástrofe. Están obligados a comprobar constantemente los objetos y revisan cajones, puertas y aparatos eléctricos para asegurarse de que están cerrados, con seguro o apagados, Viven con temor excesivo e irracional de causar daños a sí mismos o a los demás a causa de una falta de control y verifican constantemente las cosas. Tienen una gran necesidad de doble o triple verificación por duda o responsabilidad patológica.
- Verificadores somáticos e hipocondríacos, en los que se presentan intrusiones obsesivas persistentes en relación a la salud, es decir, un temor a desarrollar una enfermedad amenazante para la vida. Estos sujetos suelen verificar diversas funciones corporales, como la frecuencia cardíaca, ritmo de la respiración, temperatura corporal o diversos aspectos de su imagen corporal o anatómica.
- Ordenadores, que se caracterizan por una excesiva exigencia en que las cosas estén dispuestas de acuerdo con determinadas pautas rígidas, incluyendo distribuciones simétricas.
- Atormentados y obsesivos puros, cuya principal característica es que experimentan pensamientos negativos reiterados. No obstante no presentan comportamientos compulsivos de tipo físico, sino únicamente procesos reiterativos de carácter mental.
- Repetidores, que son aquellos individuos que se empeñan en la ejecución de acciones repetitivas.
- Numerales, que se caracterizan por buscar un sentido especial a los números que les rodean. Estos sujetos suman, restan y cambian los números que se encuentran en su día a día hasta que obtienen números que les resultan significactivos.
- Acumuladores, cuya característica principal es la colección de numerosos objetos insignificantes y de los que no pueden desprenderse.
- Filosofales, que se definen en base a sus tendencias inciertas y metafísicas, de las que no pueden desprenderse.
- Perfeccionistas, que se definen por su nivel de autoexigencia y autocrítica. Muestran una excesiva preocupación por detalles menores e irrelevantes y una tendencia a intentar realizar las tareas de manera perfecta.
- Ritualizadores mentales, que acostumbran a apelar a pensamientos repetitivos, llamados compulsiones mentales, con la finalidad de contrarrestar su ansiedad provocadora de ideas o imágenes, que constituyen las obsesiones
- Otros tipos de TOC son los que padecen los sujetos indecisos, pensadores mágicos y preguntadores compulsivos.
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